No es que ahora sea una cobarde por tirar la toalla, es que durante todo este tiempo he sido gilipollas. Pero me he cansado, te he querido como a nadie, me ponía a temblar al verte y eras el sol que lucía en mi mundo en plena tormenta. Que imbécil le debía parecer al resto cuando hablaba de ti, cuando te tenía en el pedestal más alto. Pero mira, a la toalla la he mandado a tomar por culo, y a ti también. Corre, corre con ella, que aunque me tenga que arrancar el corazón a pedazos y me quede seca de llorar todas las noches metida en la cama yo te olvido, no me pienso a arrastrar cariño, ¿o me ves cara de reptil?.
Así que ya sabes, no te hagas la estrella que en mi cielo ya no brillas.

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