CCY.

Te escribo esto por aquí porque nunca llegarás a leerlo, y es que nunca me atrevería a decírtelo... quizás porque me aterra oír un "yo no", o quizás porque me niego a perder esto que tenemos, que no sé si es amistad, o qué.

El caso es que a mí me da igual que hoy sea 14 de febrero. Yo te voy a querer igual hoy, mañana y todos los días, todos los minutos. Bueno, igual no, porque cada día que pasa, con cada conversación que tenemos... te quiero más y más.

Yo... no sé exactamente por qué. Solo sé que un 30 de noviembre me empecé a fijar en ti, y que aunque parecía que todo iba muy rápido, ahora, casi 3 meses después, veo que todo ha ido haciéndose con el tiempo. Con las primeras conversaciones, los privados... poco a poco empecé a quererte. Siempre había creído que cuando el amor llegaba, llegaba de golpe y arrasaba con todo, como un tsunami. Quizás lo que siento por ti no es amor, porque no ha arrasado con nada, casi no ha dolido, y yo a eso no estaba acostumbrada.

Sé que parece que ahora que no me queda otra alternativa que olvidar, me he vuelto a acordar de ti. Pero eso no es así. No me he acordado de ti porque tú siempre has estado ahí. Y quiero que lo sigas estando, porque me encanta tu sonrisa, me encanta cada gesto de ti, y me da miedo que ese "no sé" sea un "sí" y llegue un día en el que no estés en mi instituto, ni siquiera en mi ciudad, y nunca más pueda verte. Si eso pasa no sé que pasaría conmigo, no tengo ni la más mínima idea de como podría aguantar sin ti... pero prefiero no pensarlo, me gusta más la idea de que siempre vas a estar ahí, y de que cada vez que abra la puerta de mi clase te voy a encontrar de frente, voy a sonreír y me voy a tragar las ganas de abrazarte.

Que quizás sea un simple nombre escrito en un papel metido en una botella, pero si todos esos sueños que tengo contigo se cumplen, te prometo que sería la persona más feliz de este mundo.

Te quiero, así que, por favor, no le pongas fin a esto. Empezaste siendo uno más y ahora eres esencial en mi vida.