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+Mira, en estas 24 horas he intentado convencerme de que era una pesadilla, de que no era algo real. Es antinatural, es... ¡es mi mejor amiga joder!, ¡y tú la quieres a ella!. Sí, la quieres a ella, y aunque eso sea lo peor del mundo, aunque me duela como nada, tengo que aceptarlo. Tengo que aceptar que nunca llegaré a ser tan perfecta como es ella, somos dos polos opuestos, eso está claro, tan claro como que ella es la niña que más quiero y que más me ayuda. No voy a preguntarte qué tiene ella que no tenga yo, porque a la vista está: multiplica mis pocas virtudes y tiene solo una milésima parte de mis defectos. Es normal que la quieras, joder, si yo fuera un tío también la querría. 
Pero déjame decirte que ahora lo daría todo por cambiar el curso de las cosas. Porque ella estuviera con quien tiene que estar, con él, con el único que la puede hacer feliz. Por poder consolarte, ayudarte, estar a tu lado y hacer que te des cuenta de que nadie nunca te va a querer más que yo. 
Creo que no hay cosa peor que verte sufrir y no poder hacer nada. Preferiría mil veces verte con ella y morirme por dentro, a que tú sufrieras. Pero así son las cosas, y ojala un día te des cuenta de que aunque yo no sea ni la mitad de guapa, ni de inteligente, ni de apañada, ni de buena amiga que ella, soy la chica que más te quiere en este mundo. 
Ella con él, y tú conmigo. Así todos seremos felices.