Siempre me había imaginado que me costaría mucho decir esas dos palabras juntas, pero no fue así. En toda mi vida no había estado tan segura de mis sentimientos, y aunque esperaba que algún día pudiera oír de su boca las mismas palabras dedicadas a mí, lo que más me importaba era saber que era yo la que había decidido amarlo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario