Lo cierto es que lo que te hace vibrar de pies a cabeza, dura una fracción de segundo. ¿Alguna vez te has tirado a algo sin saber lo que pasaría después? ¿Alguien te ha dicho 'no lo hagas, saldrá mal', y aún así lo has hecho? ¿Has hecho algo estúpido, lunático, desquiciado, simplemente porque querías hacerlo? Pues te hablo de eso, de la décima de segundo o incluso menos. Del instante exacto en el que te estás tirando al vacío sin saber si habrá algo que te recoja o te vas a dar el golpe del siglo, y en ese increíblemente pequeño espacio de tiempo solo te preguntas: '¿Por qué lo he hecho?'. No hay respuesta para esa pregunta, no hay ninguna razón para hacerlo porque no hay lógica en el asunto, y precisamente por eso, porque es un impulso que te recorre la columna como una corriente eléctrica que te hace casi morir de felicidad en estado puro, brutal, arrollador, desquiciante. Precisamente por eso, es lo más ilógico, irresponsable y estúpido que hay en el mundo. Pero, sin duda, es lo mejor que hay, porque si no te arriesgas a vivir, ¿qué te queda?

No hay comentarios:
Publicar un comentario